Una centrifugadora es un dispositivo utilizado para separar los componentes de una mezcla en función de su densidad, tamaño, viscosidad del medio y la velocidad del rotor. Se utiliza comúnmente en los laboratorios para la separación de las moléculas biológicas de un extracto crudo.
En una centrifugadora, la muestra se mantiene en un rotor que gira alrededor de un punto fijo (eje), lo que da como resultado una fuerte fuerza perpendicular al eje.
Al girar a alta velocidad, una centrifugadora utiliza la fuerza g para separar las partículas en suspensión según su densidad. Una centrifugadora de laboratorio puede utilizarse para la sedimentación de células y virus o para aislar macromoléculas como el ADN. Las áreas de aplicación de las centrifugadoras incluyen la biología, la bioquímica, el medio ambiente, la farmacia y las pruebas clínicas.
Hay diferentes tipos de centrifugadoras utilizadas para la separación de diferentes moléculas, pero todas funcionan según el principio de la sedimentación.
Las centrifugadoras de mesa o de sobremesa de uso general son el tipo más común, con rangos de volumen que cubren de 0,2 a 750 mL más o menos. También hay disponibles unidades refrigeradas, minicentrifugadoras compactas y unidades de mesa de alta velocidad con FCR cercanas a las de los modelos de pie. Las fuerzas g de las ultracentrifugadoras, a menudo utilizadas en la nanotecnología, pueden superar los 1.000.000 × g. Las microcentrifugadoras son para trabajar con tubos de microcentrífuga más pequeños y tubos de PCR.
Qué se debe tener en cuenta al elegir una centrifugadora:
La centrifugación también es la técnica de separación de componentes en la que la fuerza/aceleración centrífuga hace que las moléculas más densas se muevan hacia la periferia mientras que las partículas menos densas se mueven hacia el centro.
Enumeramos las diferentes técnicas de centrifugación:
El proceso de centrifugación se basa en la fuerza perpendicular creada cuando una muestra gira alrededor de un punto fijo. La velocidad de centrifugación depende del tamaño y la densidad de las partículas presentes en la solución.